Grisoscurocasinegro.

Días con sabor a melancolía.
Desiertos de días sin sol y noches sin sueño.
Intentos frustrados por mantenerme a flote.

Pero este bote salvavidas se hunde.

Las soluciones no llegan, no encuentran el camino a casa. El tiempo me aprieta y me ahoga pero hago caso omiso a la urgencia. 

Sola.
Inmóvil y sola. 
Rota e inmóvil.
Rota.

No cuido y descuido lo poco que quiero. Pero no quiero poco, quiero la vida. Y la vida me da la espalda mientras el miedo me tapa los ojos. 

Y el miedo se vuelve ira.
Y la ira, desidia. 

Lloro. Joder cómo lloro. Duermo con la lágrima de la desesperanza y la esperanza de despertar en otra historia. 

Recorriendo en círculos el camino andado.
Con una sonrisa que grita de terror.
Y el dolor que atenaza.



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Una vez más.