Demasiados locos en un solo mundo.

Qué felicidad más sorda.
Qué risa más austera.

Hoy todo pesa. Pesa el paso del tiempo. Los deseos que no se ven cumplidos. Los sueños que ya no son sueños.

Desesperanza.
Esa es la palabra.
Y la confusión que le rodea.


Porque las ganas de sonreír no aparecen y deberían haber llegado ya. 

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