Otoño

Quizás estos meses no hayan sido los mejores de mi vida. Cuando el calor volvía de las calles un infierno y me derretía el corazón. 

Quizás todos estos días haya buscado una respuesta que siempre he tenido delante de mis narices y yo me empeñaba en ver más allá. Mis problemas no eran ellos, mi problema era yo. 

Y ahora, cuando el frío comienza con sus primeros pasos este baile de invierno, mi corazón contento no busca más calor que el que me proporcionan unos pocos. Porque al final no ha sido un mal verano si de él he sacado una enseñanza tan valiosa. 

Que no todo el mundo me quiere bien...
                                                       ...ni todo el mundo me quiere mal.

Que las personas que creía perdidas vuelven...
                                                        ...y que aquellas que nunca habría imaginado perder, no volverán.

Que ellos crecen...
                             ... y yo también.

Y por supuesto que mi amor idílico y soñado existe. Ahora he aprendido ver bien. He aprendido a verte bien. Y te quiero.

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