Si anhelas el sabor de mi risa, búscala donde siempre la encuentras.
Si no recuerdas el color de mis hoyuelos, búscalo en el escondite de mi felicidad.
Si extrañas el tacto de mi piel al morir de amor, búscalo en mis sábanas alborotadas por el amanecer.
Si me pierdo y no soy capaz de encontrarme, sólo búscame. Búscame más allá de donde puedas y quieras. Más allá de los horizontes de tu mirada. 


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